viernes, 3 de octubre de 2014

La vida tan bipolar, 
tan efímera 
y veloz... 
Sentirse eterno.
Sentirlo, vivirlo.
Y buscarlo y desearlo,
y sentirse deseada.
Y no...
Volver a conocerse,
desearse,
amar.
Su olor, su movimiento.
El aire,
la respiración.
El deseo,
la lujuria, el amor.
¿El amor?
Sonreír, imaginar.
Que llueva, 
el olor a pasto, a tierra mojada, 
a verano.
Reconocerse,
desear de nuevo.
Sentir que todo se va.
Se va.
Y vuelve.
En espiral.

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