viernes, 4 de marzo de 2011

Desorientada, frustrada... Cuando mi mente me pide divagar, allá voy; pero cuando vivo el presente, veo borroso, el camino no está marcado y las luces están tenues. Mi pecho siente la presión del llanto; mi boca no tiene palabras; el corazón se agita y aparece en la garganta que se reseca. Nada parece normal.

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