En algún momento te das cuenta cómo realmente eras y qué era lo que te gustaba hacer y qué era lo que no. Y en algún momento sentís que llegas tan al fondo que encontrás tu esencia.
Y hay veces que vale la pena llorar para reír.
Y hay veces que uno siente cosas que jamás había sentido y vive tan fuerte que da adrenalina.
Y no entiendo cómo no me dí cuenta antes. Tal vez era éste el momento... Para sonreír y no querer nunca perder la sonrisa y alegrarse que haya gente que te sostuvo cuando estabas mal y gente que sigue ahí para que la contagies ahora que estás bien...
Y vivir con amigos que son hermanos y con hermanos que son amigos.
Y disfrutar de lo inmaterial y que la lluvia te pegue en la cara.
Y bailar hasta sudar como si nadie te estuviera mirando.